21 de diciembre de 2014

LA CREMA CANELA (BARCELONA)

La Crema Canela (Barcelona), 7 de Diciembre de 2014

Demasiadas cosas a mejorar o cambiar

La Crema Canela

Passatge de Madoz, 6
08002 Barcelona
Tf.933182744
www.grupandilana.com

Valoración: 2.8/5
Puntos fuertes: Ubicación inmejorable/Ambientación agradable/Servicio amable/Precios baratos/Carta con bastante variedad
Puntos débiles: Espacio aprovechado por encima de sus posibilidades/Raciones mejorables en algunos casos/Elaboraciones de algunos platos demasiado simples y deficientes

Valoración Tripadvisor: 4/5 (613 opiniones):Crema Canela Tripadvisor .

Galería de imágenes: Crema Canela

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Otro post que publico más a título informativo que como relato de una experiencia gastronómica placentera.

Ya he visitado unos cuantos de los restaurantes que tiene en cartera el Grupo Andilana (Flamant, La Dolça Hermínia, Les Quinze Nits, La Fonda, La Rita, Blanc), pero tengo claro que el CREMA CANELA ha sido el peor de todos ellos en nivel de calidad gastronómica y logística. 

El plan era una visita en familia al centro de Barcelona para poder echar un vistazo al Mercat de Santa LLúcia y a la decoración navideña de casco antiguo. La primera intención era intentar hacer una parada de repostaje en LES QUINZE NITS en plena PLAÇA REIAL. El problema es que llegamos demasiado tarde teniendo en cuenta el horario que te exige este concurrido restaurante que no tiene a bien aceptar reservas. Si quieres ir a comer y encontrar mesa sin problemas tienes que plantarte en la Plaça Reial a las 12:15-12:30 y seguramente ya habrá cola de clientes. Nosotros nos acercamos a las 13:30h y lógicamente la cola ya daba la vuelta a la plaza desistiendo en nuestro intento. Es un restaurante con mucho éxito entre turistas y personal autóctono, se come bien y con precios muy económicos (el plato más caro ronda los 13 euros). Se pueden permitir estos precios porque tienen un horario de servicio muy amplio y la rotación de clientes por mesa es muy alta, sacan un rendimiento enorme al espacio que tienen. 

La segunda opción era el también apreciable LA FONDA, pero aquí tampoco aceptan reserva y todavía hubiéramos llegado más tarde. Decidimos no arriesgarnos y quedarnos en alguno de los que puedes encontrar en esa misma plaza. Vimos la entrada del CREMA CANELA que es bastante coqueta y daba la casualidad que pertenece al mismo grupo que los dos restaurantes mencionados. Después de haberlo probado, me quedo con la sensación de que este restaurante es una especie de cuarto trastero donde poder meter a los clientes que ya no caben en el vecino QUINZE NITS y así no perder el negocio. 

La decoración del CREMA CANELA sigue los mismos parámetros del resto de establecimientos del grupo. Estilo muy clásico y sobrio tanto en mobiliario como en colorido, tonos blancos y pastel con iluminación tenue y madera omnipresente. Éste es el que mayor sensación de claustrofobia me ha dado de todos los que he visitado. No es un restaurante muy grande y para colmo de males el espacio espacio está aprovechado muy por encima de sus posibilidades. Muchas mesas están metidas con calzador, con una separación ridícula entre sí y muy poca intimidad. En la mesa que nos acomodaron, tuve que hacer unas cuantas maniobras para poder sentarme en mi silla y asegurarme un mínimo espacio entre mi barriga y el borde de la mesa sin quedar oprimido.

Otra desagradable sorpresa no acechaba en el interior, no era más que un insoportable hedor a cloacas. Al principio no lo pude apreciar, pero unos clientes se quejaron pidiendo que los ubicasen en otra zona y entonce me percaté del pestilente olor que invadía la estancia. Había muchas velas encendidas por todas las mesas, pero para desgracia nuestra no eran aromáticas. El personal de servicio era totalmente de nacionalidad extranjera y todos los camareros bastante amables y correctos.

La carta del restaurante se basa cocina mediterránea con un pizca de toques de cocina oriental. Platos sin elaboraciones excesivamente complejas, con precios muy ajustados y a primera vista una lista de propuestas bastante aceptable. Hay suficiente variedad en cada apartado. El problema apareció cuando lo escrito en el papel se trasladó a la realidad:





LOS POSTRES, buena variedad, precios razonables y buenas propuestas:


Los platos entrantes que elegimos, las fotos no tienen una buena resolución ya que había muy poca luz:

SALTEADO DE CALABACÍN, TOMATE Y ACEITUNAS CON MOZARELLA Y PESTO. Lo probé y era un plazo aceptable, pero sin nada especial. Por lo menos la ración era correcta.



RAVIOLONI DE TRUFA CON SALSA DE CEPS Y MASCARPONE. La idea de plato es interesante, la ejecución nefasta. La pasta estaba seca y pasada de cocción. El toque de trufa totalmente irreconocible y el mascarpone también desaparecido en combate en cuanto a sabor. Sólo resultaba reconocible la aceptable salsa de ceps. Mención aparte merece la ridícula ración servida, un plato de 9 euros con 5 ravioloni que podéis entreteneros en contar sobre la foto


Los segundos, los dos pedimos 2 entrantes como segundos:

ROLLITOS DE ATÚN AL AROMA DE SÉSAMO Y CON SALSA DE SOJA. Muy poca apariencia de que los preparasen allí mismo, gran tufillo a precocinado. De sabor, bien sin ser nada del otro mundo.





PULPO CON VERDURITAS A LA BRASA SOBRE CREMA DE QUESO AHUMADO. Otra propuesta de apariencia atractiva en carta con una presentación en mesa que dista años luz del plato enunciado. Realmente, cuando me sirvieron el plato, me quedé entre estupefacto y alucinado. ¿He pedido yo este plato?. Una breve explicación al respecto:





 a) El pulpo, habían cinco trozos de pulpo en un plato también cercano a los 9 euros.
 b) Verduras a la brasa. En este punto, también me gustaría que me hubiesen explicado el concepto que tienen de brasa. Lo que había en el cuenco era una montaña de verduras hervidas, no braseadas.
c) Crema de queso ahumado. Éste era el toque que podría haber aportado algo de dignidad al plato, pero se convirtió en CREMA DE QUESO ESFUMADO. Ni rastro aparente de algo similar a una crema de queso, lo único presente allí era un sospechoso caldito, que molestaba más que aportaba.

Los postres, única parte a salvar de la quema, Después del cabreo que llevaba encima, ni me  molesté en sacar fotos a los postres. Tendréis que creer en mi palabra.:

TIRAMISÚ CASERO. La única alegría de la velada. Bien hecho y con buen sabor. Un plato enorme para un trozo minúsculo.

TARTA DE QUESO CON COULIS DE FRUTA. Buena ración y correcto de sabor, demasiado suave para mi gusto. Servida como una pequeña tartaleta partida por la mitad.

Un restaurante que define su oferta como de cocina mediterránea con ligeros toques orientales. Si lees la carta, sí que se corresponde con esta definición culinaria, pero la mala elaboración de los platos y ciertas incongruencias en la presentación de los mismos; echan todo por tierra. No llega al nivel más que aceptable que tiene la mayoría de restaurantes de este grupo y de los que yo he podido visitar en alguna ocasión.

Si queréis comer en LES QUINZE NITS y la cola es muy larga, volved otro día a una hora más temprana. 

1 comentario:

  1. En primer lloc m'ha servit el post per descobrir que aquell tros de carrer que dona a la plaça, porta per nom Passatge de Madoz... :)

    Després m'ha servit per recordar vells temps en que anava més sovint als restaurants d'aquest grup i en concret bastant al del carrer Aragó.

    Els definiria la frase de "la comida no es ni buena ni mala, sinó todo lo contrario". Els recordo sempre correctes.. Elaboracions molt "industrialitzades", però correctes...

    Però entenc que aquest, és per acollir excedents... :)

    Salutacions!!

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