Tapas 2254, 4 diciembre de 2020
Experiencia a domicilio bastante decepcionante
Mi valoración se basa exclusivamente en mi experiencia con el servicio de entrega a domicilio. Estos son los platos que pedimos y mi comentario sobre cada uno en particular.
CROQUETAS DE GAMBA ROJA. Diminutas, muy pequeñas para costar casi 2 euros/unidad. El rebozado correcto, pero bastante insulsas en cuanto a sabor.
TORTILLA FRANCESA RELLENA DE SALSA CARBONARA Y CON ÑOQUI FRITO. Tamaño correcto en consonancia al precio del plato. Había 4 ñoquis mal contados y no noté que estuvieran fritos. La salsa carbonara tampoco estaba especialmente buena. Tuve la sensación de comerme una tortilla francesa normal y corriente.
GRAN CANELÓN DE PATO Y PERA CON BECHAMEL DE PARMESANO. Tamaño aceptable, pero tampoco como hablar de "gran canelón" y costaba 12 euros. Quizás uno de los pocos platos que se podían salvar del naufragio general.
TARTAR ROLL DE SOLOMILLO DE TERNERA. Tamaño también aceptable teniendo en cuenta el precio de 12,50 euros y el tipo de plato. La salsa que acompañaba a la carne se carga completamente el plato, salsa muy empalagosa y que no aporta nada. No me gustó.
BOMBAS DE PULPO. Tapa que no aparece en la carta actual y que me decepcionó bastante. Desconozco dónde se dejaron el pulpo, pero os puedo asegurar que no había rastro de él. Era un simple arancino clásico italiano sin nada especial, o sea, una croqueta de arroz con salsa de tomate. Un auténtico timo.
BIKINI TRUFADO CON QUESO TALEGGIO. Muy pequeño, pero por suerte sólo costaba 4 euros. Queso sí que tenía, pero la trufa sólo se la enseñaron porque no sabía para nada a trufa. Un bikini normal de los de toda la vida.
TIRAMICHUCHO. Un postre muy popular del restaurante y del que suelen hacer bastante publicidad. No entiendo su fama de ninguna manera. Costó 4,50 euros y su tamaño era ridículo, como un mini croissant. Tampoco le vi nada especial.
CANNOLO SICILIANO CON PISTACHOS. Otro ejemplo más de racanería en las raciones. Pagas 4,50 euros y te sirven in sólo cannolo y encima diminuto.
TIRAMISÚ. El único postre que salvaría. Ración grande y estaba bueno, pero siendo italianos tampoco podían permitirse fallar con este postre tan clásico.
En total pagamos 74 euros. Demasiado caro para la cantidad y la calidad de los platos servidos. Una verdadera decepción teniendo en cuenta las expectativas que tenía. Otro aspecto negativo fue la presentación del pedido, los platos venían en una cajitas de cartón muy sencillas y sin ningún tipo de papel o protección en el interior. Embalaje muy pobre.
Lo dicho anteriormente. Grandes expectativas para un resultado muy poco satisfactorio. No me han quedado muchas ganas de probar de nuevo este restaurante, pero en este caso visitándolo personalmente. No acabo de entender tanto bombo y halagos en las redes sociales.
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