Mucha tradición y un gran steak tartare
El Chato
Gran Via de les Corts Catalanes, 697
08013 Barcelona
Valoración: 4.25/5
Puntos fuertes: Ambiente tranquilo/Trato muy amable/Un excelente steak tartare y buenas carnes/Interesante menú gastronómico
Puntos débiles: Decoración y entrada a renovar
Valoración Tripadvisor: 4/5 (56 opiniones), El Chato Tripadvisor.
Después de desconcertante e irregular experiencia en el Zeruko, vuelvo a adentrarme en otro restaurante especializado en gastronomía vasca; y esta vez con mejores resultados. El Chato ya es un clásico de la restauración de la ciudad con más de 72 años en la brecha. Está ubicado en plena Gran Vía en el tramo que va de Plaza Tetuán a la Monumental. No tiene el reconocimiento o fama de otros vascos más célebres (Izarra, Maita, Txapela, Euskal Etxea, Orio,...), pero creo que vale la pena dedicarle una visita.
Actualmente lo regenta Agustín Elorza hijo, segunda generación al frente del negocio, pero sin grandes cambios en lo que representa su oferta.Si pasas por delante, la entrada no te llamará mucho la atención o te atraerá hacia su interior. Su entrada sorprende por su aire retro, que también se mantiene en el comedor interior. Es un restaurante pequeño, nada ruidoso y con un ambiente muy familiar. Pequeño, pero sin estrecheces y con mesas amplias con una mantelería decente. Agustín suele recibir a los clientes con amabilidad y muy buena disposición, pero el resto del servicio también te corresponde con las mismas buenas maneras.
Su cocina es tradicional y de mercado, platos y carta sencilla. Supongo que si ha subsistido tanto tiempo es porque saben cuidar o mantener bien lo que mejor les funciona. Son platos sin grandes experimentaciones, donde el secreto es trabajar con buena materia prima y saber utilizarla adecuadamente. Los platos que pude degustar están bien preparados y con ingredientes que se percibían eran de buena calidad.
Comer a la carta en este restaurante no bajará fácilmente de los 35-40 euros por cabeza. No hay oferta de tapas o raciones que puedan hacer bajar el importe de la cuenta final. Se encargarán de recordarte que la especialidad de la casa es el steak tartare. Yo lo he probado y realmente me parece uno un gran steak tartare. Tienen la opción de steak trufado, pero el cambio en el sabor no es muy significativo, sí el efecto en tu bolsillo. La otra especialidad son las kokotxas. Aquí tenéis la carta:
Quizás sea muy clásica y poco atrevida, pero es el tipo de cocina que saben hacer. Al margen de la carta suelen ofrecer 4-5 sugerencias diarias y también disponen de un menú gastronómico por 19,50 eur (sin Iva). Un menú que suele incluir platos de la carta y que tiene una relación calidad/precio bastante acertada.
En la carta de postres sí que sobra tanta tradición y falta un poco de originalidad.
Aquí os dejo los platos de mi visita:
Para empezar SHII-TAKE SALTEADA CON FOIE. Es un tipo de seta que me encanta y que solía comer a menudo cuando viajaba a la Rioja. En este caso, también un plato delicioso y con buena materia prima.
STEAK TARTARE. La especialidad de la casa. Un gran steak y una ración bastante generosa. El pan que acompañaba al steak también es digno de mención. Lo recomiendo como plato de obligada elección. Hasta las patatas chips que servían de guarnición eran caseras. No es plato propio de la cocina vasco, pero lo bordan.
De postre elegí un FLAN DE CAFE CON RON DE CAÑA. Perfecto y delicioso.
Cocina sincera y con buen producto de mercado, en un ambiente muy relajado.
Después de desconcertante e irregular experiencia en el Zeruko, vuelvo a adentrarme en otro restaurante especializado en gastronomía vasca; y esta vez con mejores resultados. El Chato ya es un clásico de la restauración de la ciudad con más de 72 años en la brecha. Está ubicado en plena Gran Vía en el tramo que va de Plaza Tetuán a la Monumental. No tiene el reconocimiento o fama de otros vascos más célebres (Izarra, Maita, Txapela, Euskal Etxea, Orio,...), pero creo que vale la pena dedicarle una visita.
Actualmente lo regenta Agustín Elorza hijo, segunda generación al frente del negocio, pero sin grandes cambios en lo que representa su oferta.Si pasas por delante, la entrada no te llamará mucho la atención o te atraerá hacia su interior. Su entrada sorprende por su aire retro, que también se mantiene en el comedor interior. Es un restaurante pequeño, nada ruidoso y con un ambiente muy familiar. Pequeño, pero sin estrecheces y con mesas amplias con una mantelería decente. Agustín suele recibir a los clientes con amabilidad y muy buena disposición, pero el resto del servicio también te corresponde con las mismas buenas maneras.
Su cocina es tradicional y de mercado, platos y carta sencilla. Supongo que si ha subsistido tanto tiempo es porque saben cuidar o mantener bien lo que mejor les funciona. Son platos sin grandes experimentaciones, donde el secreto es trabajar con buena materia prima y saber utilizarla adecuadamente. Los platos que pude degustar están bien preparados y con ingredientes que se percibían eran de buena calidad.
Comer a la carta en este restaurante no bajará fácilmente de los 35-40 euros por cabeza. No hay oferta de tapas o raciones que puedan hacer bajar el importe de la cuenta final. Se encargarán de recordarte que la especialidad de la casa es el steak tartare. Yo lo he probado y realmente me parece uno un gran steak tartare. Tienen la opción de steak trufado, pero el cambio en el sabor no es muy significativo, sí el efecto en tu bolsillo. La otra especialidad son las kokotxas. Aquí tenéis la carta:
Quizás sea muy clásica y poco atrevida, pero es el tipo de cocina que saben hacer. Al margen de la carta suelen ofrecer 4-5 sugerencias diarias y también disponen de un menú gastronómico por 19,50 eur (sin Iva). Un menú que suele incluir platos de la carta y que tiene una relación calidad/precio bastante acertada.
Aquí os dejo los platos de mi visita:
Para empezar SHII-TAKE SALTEADA CON FOIE. Es un tipo de seta que me encanta y que solía comer a menudo cuando viajaba a la Rioja. En este caso, también un plato delicioso y con buena materia prima.
STEAK TARTARE. La especialidad de la casa. Un gran steak y una ración bastante generosa. El pan que acompañaba al steak también es digno de mención. Lo recomiendo como plato de obligada elección. Hasta las patatas chips que servían de guarnición eran caseras. No es plato propio de la cocina vasco, pero lo bordan.
De postre elegí un FLAN DE CAFE CON RON DE CAÑA. Perfecto y delicioso.
Cocina sincera y con buen producto de mercado, en un ambiente muy relajado.
D'aquest en tinc molt bones referències d'una persona de total confiança i el tinc anotat a la meva llarga llista de pendents... Però encara no he anat.
ResponderEliminarPer cert... rectifica l'adreça web d'aquest lloc que hi tens una petita errada.
Salutacions!