Cocina tradicional francesa en un bonito entorno
Au Coq Hardi
75 Rue Droite
11100 Narbonne - Francia
Valoración: 3.75/5
Puntos fuertes: Bonita zona y bonita ambientación/Servicio muy amable/Buena variedad de menús
Puntos débiles: Carta un poco limitada/Limitar las opciones del menú normal
Valoración Tripadvisor: 4.5/5 (62 opiniones)
Comenzamos las tan esperadas y añoradas vacaciones de Semana Santa y emprendemos viaje para visitar la zona de Carcassonne y alrededores en el sur de Francia a unos 300 km de Barcelona.
Como parada previa antes de alcanzar nuestro destino, decidimos realizar una breve visita a la localidad de Narbone (a unos 40 minutos de Carcassonne). Es la ciudad más poblada del departamento de AUDE (50.000 habitantes) en la región de Languedoc-Rosellón. Es una ciudad muy bonita para visitar y declarada por la UNESCO como patrimonio mundial de la humanidad desde 1996. La zona centro o casco antiguo tiene varios monumentos/restos de la época romana y el gótico, esta misma zona es donde se ubican la mayoría de restaurantes y comercios. Ciudad repleta de canales y con muchos parques y zonas de paseo.
Si entramos a valorar la experiencia gastronómica vivida en esta zona de NARBONNE-CARCASSONE, tengo opiniones para todos los gustos. En general, he añorado bastante la gastronomía española y no he encontrado nada especial o que me deje un recuerdo imborrable. Es una zona donde se cuida mucho la ambientación y decoración de los restaurantes, pero la oferta gastronómica la encontré bastante limitada y poco original; la carta base era un calco en la mayoría de restaurantes con precios en muchos casos bastante elevados para lo que ofrecían y con cartas excesivamente cortas y sin propuestas de gran atarctivo. Podías encontrar menús de todos los niveles, pero el estandar medio dejaba bastante que desear.
El coste medio de los menú estaba entre los 15-20 euros con menús especiales de unos 25 euros. Lo que más me sacó de quicio es la fórmula de entrada+plato o plato+postre, esto en menús que superaban los 15 euros y donde encuentro poco lógico que te puedas quedar sin postre o sin un entrante.
Yo comí bien en AU COQ HARDI, pero no todos los comensales que me acompañaban pueden decir lo mismo; los que pidieron un plato de carne no quedaron muy satisfechos (dura y poco hecha eran la mayoría de quejas al respecto).
Lo mejor del restaurante resultó ser la amabilidad con que nos atendieron y la zona donde estaba situado, una zona de paseo muy bonita y el local también está muy bien ambientado con un estilo rústico a la francesa. De los 3 restaurantes que visitamos en esta zona, es el que tenía un surtido de menús más interesante, pero no el que tenía mejor carta (muy corta de opciones y platos muy simples):
Un menú mediodía de 16,50 que te obliga a elegir entre entrada/plato o plato/postre (mala opción para contentar a los turistas españoles acostumbrados a tener los 3 platos por el precio del menú). Un menú más completo por 25 euros que sí incluía el postre y otro menú degustación de 33 euros (aperitivo+entrada+plato principal+surtido quesos+postre). Por unanimidad se escogió pedir el menú de 16, 50 (luego me arrepentí de no haber elegido otra modalidad más cara, pero con postre). Insisto en que la carta era muy escasa, la oferta de postres era tan amplia como la de entradas/segundos; los precios de carta tampoco eran descabellados teniendo en cuenta que estábamos en territorio francés.
Éste era el menú del 16,50 traducido al castellano. Platos demasiado sencillos, pero con bastante variedad. Que lástima de la limitación de 2 opciones en lugar de 3.:
De primer elegí ANCHOÏDE DE LEGUMES CRUS. Te servían un bol con un excelente paté de anchoas que servía como aliño para todo el resto de legumbres servidas en crudo (zanahoria, endivias, coles, apio, tomate,...).
De segundo CONTIT DE CANARD. Muy bueno y bien cocinado. Ración de acompañamiento bastante generosa con judías verdes y unas patatas salteadas muy buenas.
Yo no pude escoger postre, pero mi mujer compartió conmigo su TIRAMISÚ. Estaba bueno y parecía realmente casero.
Pude degustar buena cocina tradicional de la zona, pero ni el más mínimo rastro de la afamada creatividad gastronómica francesa. Tendremos que esperar a otra mejor ocasión.
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