16 de abril de 2013

EN VILLE (BARCELONA)

En Ville (Barcelona), 15 de Abril de 2013

Bueno, bonito y barato, pero...

Restaurante En Ville
Carrer del Doctor Dou, 14, 08001 Barcelona
Tf.933 02 84 67 · envillebarcelona.es
 







El restaurante que comento en esta ocasión provoca una gran división de opiniones en los principales foros o webs de opinión gastronómica, cabe decir que en la mayoría de casos resultan más numerosas las críticas favorables. Si revisas las diferentes opiniones expresadas por la gente que lo ha visitado, no hay término medio, o son devotos acérrimos o nunca volverían a visitarlo. De momento yo sólo tengo una opinión equilibrada con puntos a favor y otros en contra, sólo lo he probado en una ocasión y requerirá una nueva visita para acabar de decidirme en que lado de la balanza lo coloco.

La mayoría de las opiniones favorables resaltan que se trata de un restaurante con las 3 B (bueno/bonito/barato). Con respecto al término bueno, no puedo decir lo contrario; la experiencia en global resultó positiva y la comida buena. Con respecto a si es bonito o no, debo decir que sí lo es; la decoración consigue reflejar con acierto esa imagen de clasicismo o  de antiguo palacete que deliberadamente se pretende proyectar. Es un restaurante amplio y acogedor, con buena separación entre las mesas de la parte central de los 2 salones que dispone y con problemas de espacio en las mesas que se encuentran junto  a las paredes y que disponen de asientos de tipo mixto (sillas + zona con asientos tipo sofá); en estas mesas no hay casi separación entre comensales y debe resultar muy incómodo por la falta de intimidad.

Las mesas y sillas son muy clásicas, mesas con superficie en mármol que tan de moda se han puesto últimamente. La iluminación es muy tenue, buena para crear un ambiente romántico, pero quizás demasiado escasa. El servicio de cubertería creo que necesita urgentemente un plan renove, cuchillos y tenedores con muchas muescas/marcas y muy desgastados. Las mesas no son muy estéticas como para permitirse el lujo de no usar una buena mantelería en la comida de mediodía, sí son mesas amplias y no pasas estrecheces.

El ambiente elegante y romántico que se pretende reflejar choca con el nivel acústico del restaurante, la música de fondo no molesta, pero si a esto le sumamos el rumor de la gente y los sonidos que no paran de llegar desde la cocina resulta un conjunto un tanto molesto. No entiendo que mantengan abiertas las 2 puertas que comunican cocina y comedor, se oye todo tipo de sonidos de cacerolas y otros utensilios y las risas/conversaciones del personal de cocina, es un fallo que podrían ahorrarse fácilmente. Los techos con bóveda y las paredes en ladrillo son muy bonitos.

El personal de servicio también tiene cosas positivas y negativas. Es un servicio rápido y eficiente, pero no transmiten una imagen de calidez y amabilidad que haga juego con el entorno donde trabajan. Se les ve con demasiadas prisas y con cara de agobiados, esto no transmite buenas sensaciones a los comensales. Tampoco ayuda mucho los uniformes del servicio, demasiado simples para un restaurante que pretende reflejar elegancia.

En cuanto a la cocina, es un restaurante que busca asemejarse a un bistró de cocina frances, pero la carta está llena de referencias a cocina italiana. En algunos foros los califican como restaurante con toques creativos, yo no opino lo mismo, se trata de un carta un tanto clásica con platos muy elaborados sin resultar innovadores. No es una carta muy amplia, pero contiene buenas opciones y con precios razonables (de carta puede salir entre 35-40 eur/pers), tienen varios menús con precios económicos y buena oferta de platos (de 20 a 40 euros y menú ejecutivo de 27 eur).

El menú de mediodía cuesta oficialmente 9,90 EUR y puede parecer muy barato a primera vista, pero hay trampa, si eres un poco exigente con lo quieres comer, rara vez pagarás ese precio. Se ofrecen muchas alternativas a elegir como primeros y segundos, pero los platos que resultan más interesantes o atractivos siempre tienen aplicado un recargo que en muchos casos no es excesivamente alto (puede ir de 2 a unos 9 euros en función del plato). La oferta de postres del menú era muy básica y pobre, la única opción  interesante tenía como no un ligero recargo. Las raciones correctas, pero podrían ser un poco más generosas en los platos con recargo.

Vayamos con la comida, que debería ser lo fundamental a valorar de un restaurante:

De primero elegí PASTA FRESCA RELLENA DE PERA Y PARMESANO, CON RICOTTA/RÚCULA Y CREMA PESTO DE TOMATE SECO CON VIRUTAS DE QUESO IDIAZÁBAL. La pasta estaba al dente y bien cocinada, el relleno delicioso y la crema de pesto complementabe el conjunto adecuadamente. Plato bien elaborado y con buena presentación:
















De segundo SUPREMA DE BACALAO AL VAPOR CON RISOTTO DE ALCACHOFAS Y PESTO DE VERDURAS. El bacalao estaba bueno sin ser nada especial, lo mejor era el risotto, pero no la escasa cantidad servida. Plato bien preparado, pero no muy bien montado.















De postre un BROWNIE más que aceptable, pero minúsculo y enterrado en un mar de nata innecesario. Tampoco había mejor alternativa que elegir.














Mi sensación final es la quedarme un poco desconcertado, cosas buenas y otras mejorables. Necesitaré volver para poder emitir un juicio más exacto de este restaurante. La carta es atractiva y me pide darle una nueva oportunidad.

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